Todo lo que ves está a tu disposición: los lienzos del tarot, donde los arcanos susurran futuros; la tabla de madera y hueso de las voces perdidas; o los grimorios que guardan secretos que las estrellas escribieron la noche en que naciste. Mi labor es ser la guardiana de estas llaves, no su dueña. El destino no entiende de monedas y el conocimiento que buscas no me pertenece para ponerle un precio. El único pago justo ya lo has hecho: traer el valor de tu pregunta...